En la bruma del pasado, largo tiempo antes del comienzo de la historia, estaba el mundo de Azeroth. Toda clase de seres mágicos vagaba por la tierra entre las tribus humanas, y todo estaba en paz, hasta la llegada de los demonios y los horrores de la Legión Ardiente y su pérfido señor Sargeras, el dios oscuro de la magia...