¿Y si el problema de la crisis del modelo monógamo de relación de pareja residiera precisamente en la creencia de que el amor sólo se puede jugar a dos? ¿Y si la exclusividad amorosa, que la mayoría tenemos como un ideal, estuviera en el origen de la posesividad y los celos? ¿Y si el compromiso con una sola pareja tuviera...