Crítica de Tumasymejor › La elegancia del erizo

La autora pretendía mostrar a unos personajes solitarios y desarraigados.

Los personajes principales están muy elaborados, añadiendo, además, que son muy originales, no homologables con ningún otro personaje de la literatura universal. Los personajes secundarios son bastante planos, respondiendo en su forma de actuar a tópicos y clichés.

La trama es sencilla, no demasiado complicada, pero sí apreciamos cierta evolución en los protagonistas.

Ofrece el mensaje de que todos tenemos una vida interior, pero la sociedad en general se deja llevar por estereotipos que hacen clasificar a las personas no por lo que son, sino por los títulos académicos que tengan, su aspecto u origen social. Restamos de este modo a las personas. Muriel Barbery llega a la conclusión de que “la inteligencia es algo transversal a todos los estratos sociales” y, por ello, tanto Renée como Paloma pueden compartir las mismas inquietudes intelectuales.

Libro muy recomendable y digno de ser leído.