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Crítica de FAUSTOEstudio en escarlata

FAUSTO

EL ORIGEN DE UN GENIO

El detective por antonomasia, el más famoso, inteligente y complejo detective de ficción nació en esta novela. Apareció en una modesta revista, sin gran éxito. Fue un intento descorazonador que no le aportó popularidad ni dinero al escritor. Pero fue el inicio de una leyenda literaria. Incluso después de su muerte en “El problema final”, Conan Doyle se vio obligado a “resucitarle” 6 años más tarde ante la presión popular de sus incontables seguidores.
Si bien el origen está en la imaginación del autor, tiene un modelo real: el doctor Joseph Bell. Su método científico de afrontar los problemas es la estructura de la condición de Sherlock.

Ha sido todo un goce esta relectura, aunque sigo opinando como la primera vez: esta es la novela larga más floja de la obra completa de Sherlock.
En cuanto a “Estudio en escarlata” (relato bueno que no llega a la calidad de las aventuras siguientes), tiene la importancia y el interés de descubrirnos y dar unas pinceladas del carácter de Sherlock. Los 2 primeros capítulos que sirven como introducción de estos protagonistas, son para mí lo mejor del argumento.
Es llamativo el encuentro que tiene con Watson, en un laboratorio y como si fuese un Arquímedes moderno gritando eureka: “¡Ya di con ello!”

Watson (figura deformada en el cine como bufón) a modo de cicerone nos va pormenorizando las características de su nuevo compañero. Primero el mismo nos detalla sus vicios y manías, más tarde el doctor hace una lista (de lo más curiosa) con todos los estudios de Sherlock, excéntricos y aparentemente sin orden o sistema. No obstante "chirria" mucho sus lagunas culturales, debido a su "creencia" de la limitada elasticidad del cerebro.
Lo más significativo es su inteligencia, su dedicación y esfuerzo para utilizarla en contra de las injusticias. Un “Quijote” para deshacer los entuertos del crimen, donde la lanza y el valor es su sabiduría y erudición. Sus conocimientos son amplios y profundos en diversas disciplinas para ser eficaz en su trabajo, o mejor dicho, su pasión. Otra de sus características es el punto de soberbia, orgullo y algo de arrogancia que tienen sus acciones y frases. Una pecata minuta de su superioridad y clarividencia, que le da cierta humanidad.

A partir del 3º capítulo el autor nos expone el caso, el misterio a componer, como si fuera un rompecabezas, o mejor dicho, como el título primigenio de esta novela: una madeja enmarañada. Tiene como interés la puesta en práctica de los métodos sherlockianos, pero como argumento en sí, no tiene nada destacable, aunque como lectura es entretenida. Vuelvo a reiterar la superioridad de las historias posteriores. Aquí el lector no tiene mucha posibilidad de intervenir en el enigma. Aparecen como personajes Lestrade, en rivalidad con Gregson, y los pequeños vagabundos que investigan para el detective.

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