Crítica de Proscrito › El hombre que amaba a los perros
Esta obra de Leonardo Padura es seguro que provoque rechazo en muchos de los lectores identificados -como yo mismo- de alguna manera con los movimientos revolucionarios del pasado siglo. La visión que da de la Cuba castrista y, sobre todo, del mundo soviético en general, y del estalinismo en particular, es desoladora. A mí, aunque varios pasajes me hayan parecido difícilmente creíbles, desde luego, no me ha dejado indiferente, me ha impresionado fuertemente. Por otro lado, la trama, a medida que avanzaba en la lectura, me ha ido cogiendo cada vez más, con las historias que van confluyendo de los tres protagonistas: Trotsky, Ramón Mercader -su asesino- e Iván, el recopilador de los materiales y narrador de la historia.
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