La vida no es tan grave

Durante una semana, un joven médico enamorado de su trabajo se sienta junto a una anciana gravemente enferma y le cuenta con sensibilidad, y sobre todo con gran sentido del humor, una variedad de anécdotas que acontecen entre batas, sábanas y estetoscopios. Una manera de mantener en vida a la paciente hasta que su hijo, retenido en un aeropuerto debido a la erupción de un volcán, llegue para darle el último abrazo. El ritmo frenético de urgencias, las consultas interminables que se encadenan, las dolencias imaginarias de más de un paciente, el gran corazón de algunas enfermeras y, por supuesto, las meteduras de pata de los médicos más novatos, junto a las situaciones más cómicas y conmovedoras se narran en esta novela divertida y entrañable por igual.