Calles para un pez luna

Calles para un pez luna es un paseo lúdico por un mundo sumergido, reflejo simbólico del nuestro, que se muestra definitivamente hundido, abandonado e hirviendo en su propio infierno: el de un materialismo feroz que espera con angustia cualquier resquicio de espiritualidad y de placer para huir o justificarse a sí mismo, donde sólo el amor se presenta ya como paraíso perdido, ya como tesoro salvador pero a punto de caer al abismo. Si para el autor "la poesía es emoción formada y cada emoción tiene su sintaxis y métrica propias", los poemas de este libro destacan por su variedad rítmica y lingüística, y por la originalidad de sus temas e imágenes. Si para Pérez Zúñiga "la poesía es el universo jugando un solitario y un canto común de rabia y libertad", él ha buscado también "las comunicaciones del más allá del más allá" que quería Gómez de la Serna.