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Castigo de Dios
Nadie debería presenciar su propia muerte.El padre Peter se despierta en una habitación desconocida, con unas terribles cicatrices en las muñecas y sin rastro de memoria reciente. Una cámara de vídeo le enfoca desde una esquina y frente a él, hay una televisión y un reproductor de video. Movido por un presentimiento, enciende el televisor y, horrorizado, se ve así mismo cortándose las venas. Debería estar muerto, pero no es así...
- Nº PÁGS 188
- AÑO 2011
- EDITORIAL Createspace
Libro sin críticas