Somos, así, los libros que hemos leído. O somos, de lo contrario, el vacío que la ausencia de libros ha abierto en nuestras vidas.
Cada canción, cada sueño, cada encuentro fortuito o predeterminado, cada película vista, cada libro leído te hacen una persona diferente, te determinan.
Uno se hace hombre, se hace más humano, cuando tiene su propia biblioteca, aunque sea de un solo libro.