Resquicio fórmico

Es como una bitácora, un diario de un náufrago aferrado en un islote perdido entre el tiempo y el espacio, donde pareciera que hallara los diarios de todos los náufragos que emprendieron el viaje hacia las sombras en la búsqueda de sus osamentas son la suya misma.
Verso con verso se va abriendo un camino que convoca pasos delirantes, donde todo acecha, todo se funde, no hay nada arriba que no esté abajo, nada es mejor que lo peor, Eros es Tanatos una y otra y otra vez y siempre; la vida es nigromántica, el ente vivo es un sacerdote que oficia en el ara de los sacrificios con mano implacable; no hay piedad porque hay un destinismo sibilítico.
Luce un mundo de elegidos que viven la inmortalidad. Un volumen sinóptico que en el siglo XXI, despliega un paginario interminable de la memoria que inútilmente, se ha querido no tener.
Esto, entre otras cosas de profundidades, se van apoderando de la mente en este libro, tan de todos, quizás para todos.

Domingo Rogelio León