Crítica de Glez › Un hombre al margen
Esta novela podría haber adquirido importantes tintes trágicos por los temas que trata (o, mejor dicho, toca sin profundizar): la pedo-pornografía, juicio social con presunción de culpabilidad, errores judiciales, elaboradísimos tests psicológicos condenatorios, los nuevos tipos de prueba que arroja la tecnología, etc.
El protagonista es un profesor de universidad con nulas habilidades sociales (familia, colegas, alumnos y vecinos). Un hombre al que todos miran de una forma condescendiente, por su apocamiento, por ser un bicho raro, "un hombre al margen". Creo que el propio lector lo percibe de esa forma y no existe una identificación.
Es quizás por esa distancia establecida de manera consciente por el autor (opino que es así), por lo que no es una obra trágica, no es asfixiante, no perturba. A pesar de que uno piense que algo así podría ocurrirle a cualquiera y asista a la conversión del protagonista de don nadie en monstruo, sin que éste entienda qué está pasando, ni el cómo ni el porqué, a lo Kafka.
Alexandre Postel recibió por esta obra el Premio Goncourt 2013 a la mejor primera novela. Recomendable.
Crítica sin comentarios