El tiempo no nos hace más sabios, sólo más cobardes.
El territorio de los seres humanos es la vida. La muerte no nos pertenece.
La vida nos concede a cada uno de nosotros unos escasos momento de pura felicidad. A veces son sólo días o semanas. A veces, años. Todo depende de nuestra fortuna
La naturaleza es como un niño que juega con nuestras vidas. Cuando se cansa de sus juguetes rotos, los abandona y los sustituye por otros. Es nuestra responsabilidad recoger las piezas y reconstruirlas.
A veces, las cosas más reales sólo suceden en la imaginación
No se puede entender nada de la vida hasta que uno no entiende la muerte
Aquí están los recuerdos de cientos de personas, sus vidas, sus sentimientos, sus ilusiones, su ausencia, los sueños que nunca llegaron a realizar, las decepciones, los engaños y los amores no correspondidos que envenenaron sus vidas... Todo eso está aquí, atrapado para siempre.
Sólo recordamos lo que nunca sucedió