Usamos cookies propias y de terceros para mejorar tu experiencia y realizar tareas de analítica. Al continuar navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies
1 votos
8

De amor (dientes paredes arrugadas)

«Así como Wittgenstein puso la ética en suspenso en el contexto de su filosofía, hace tiempo que los poetas parecen haber condenado al amor al terreno de lo inefable. No tanto por la evidente dificultad de decirlo como por la inevitabilidad del ridículo que eso conlleva, según la célebre afirmación de Pessoa. Pero que el amor sea hoy un verbo casi inconjugable y un término cuyas predicaciones apenas se enuncian con una ironía que las invalida a priori no nos exime de su experiencia.

Los poemas de este libro enfrentan esa situación insoluble en estado de cautelosa disponibilidad: se entregan al acontecimiento amoroso sin olvidar los recaudos del caso. No toman precauciones facilistas: se dejan encarnar por la perplejidad, se vuelven interrogación, jalan la cuerda tensa del misterio.

Fieles a la necesidad de la materia que los provoca, oscurecen la voz, buscan a tientas en la historia de la lengua hasta encontrar una retórica propia, consciente de lo que decide heredar y de los muchos momentos en que se arriesga a gastar de su propio bolsillo.

Como toda poesía amorosa, la de este libro se reconoce como un arte de la pérdida y oscila entre la aceptación y la rebeldía, la euforia y la nostalgia, el orgullo y la resignación.

Y, como todo arte de perder, sabe que a lo sumo puede aspirar a ser "hilachas de una canción", astillas de una lírica que no restañarán la herida, pero la rescatarán del olvido. No a través de la historiografía del recuerdo, sino con la luminosa actualidad del verso auténticamente necesario. Ese que nos convence de su necesidad solo después de haberlo leído».
Guillermo Saavedra

Citas de De amor (dientes paredes arrugadas)

Libro sin citas Añadir cita

Críticas para este libro

Avatar del usuario Veruscio
Veruscio

Estos poemas de Susana Cella hablan del amor con una mirada renovadora. La palabra, hilvanada con una sintaxis fragmentada, que ya puede percibirse desde el título, trae brillos nuevos a un tema antiguo.


SUGERENCIAS