Con los años he aprendido muchas cosas. He recibido tributos de soberanos y he presenciado el ocaso de muchos imperios. Pero tú eres quien más me ha enseñado.
Nunca dejo de pensar en tí. Estás conmigo dondequiera que voy, pero cuando estamos separados te echo de menos. Ya he demostrado que mataría por ti. También moriría. Me hacer reír. Me haces feliz. Eres mi milagro y mi casa.