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No digas que fue un sueño

La historia y la ficción se dan la mano para presentar un espléndido relato sobre la reina Cleopatra Séptima y sus amores con el romano Marco Antonio. Una novela sobre todas las fases del amor, enmarcada en un período histórico apasionante: los estertores del Egipto amenazado por el imperialismo de la todapoderosa Roma.
  • ISBN 9788408092087
  • Nº PÁGS 384
  • AÑO 2002
  • EDITORIAL PLANETA

Citas de No digas que fue un sueño

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Críticas para este libro

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Proscrito

Desde luego Terenci Moix tenía una especial capacidad para la novela histórica. Yo ya había leído VENUS BONAPARTE y tengo muy grato recuerdo de ella. En esta otra obra, la relación entre Cleopatra y Marco Antonio -en la última fase de sus vidas- se expone apasionadamente y con unas descripciones para mi gusto algo recargadas, pero que, desde el primer momento, concitaron mi interés. Prueba de ello es que, una vez finalizada la ficción, voy a ver lo que dice la historia.

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FAUSTO

SUEÑOS ROTOS

Cleopatra es un personaje histórico con un acentuado barniz de leyenda. Son pocos los documentos (no hay escritos personales) fehacientes e imparciales de su biografía, puesto que la mayoría están redactados por su enemigo: los romanos, y en concreto por Plutarco.
En torno a esta figura giran numerosas anécdotas presentándola como la quintaesencia de la pasión amorosa, intrigante y manipuladora, donde es difícil discernir qué hay de cierto o falso en estas crónicas.
Fue una reina astuta, inteligente, luchadora, independiente y ambiciosa, con actitud despiadada ante cualquier obstáculo que le impidiese conseguir su deseo. El atractivo que atesora es gracias a su belleza (no es espectacular), su don de gentes (hablaba varios idiomas), sus artes amatorias, y su inventiva para agradar y entretener con grandilocuentes puestas en escenas llenas de fantasía y lujo, pues posee un alto espíritu teatral y vanidoso. Y lógicamente, hay que mencionar su mítica seducción; un encanto irresistible para los grandes hombres de ese momento histórico: Julio César y Marco Antonio.

Terenci Moix recoge varias de las conocidas anécdotas que se han divulgado sobre ella, pero a su vez, también compone una Cleopatra particular e íntima, donde prevalece los sentimientos y pasiones a la acción y los hechos históricos. Se realza los sueños que anhela y ambiciona, junto con sus esperanzas, ya sea como madre, como amante o como dirigente político en calidad de Reina de Egipto. Aspiraciones que tienen como raíz la pretensión del gran Alejandro Magno por conquistar y dominar el mundo.

Es una novela de amor extremadamente pasional, que pasa por todas la fases. El inicio, la desesperación y venganza, provocado por el abandono del amante, transforma a Cleopatra en una figura de la tragedia griega: una Medea colérica sin instintos infanticidas. Más tarde seguirá con la indiferencia, la reconciliación y la entrega total en cuerpo y alma. Una historia inimitable.

Uno de los factores más significativos de la novela, acaso el principal, es la forma particular de la escritura. Una narración poética componiendo una estética elegante, bella y sensual (a tono con el lugar exótico). Debo confesar que en principio me deslumbró, con una profusión descriptiva de imágenes sensoriales (paisajes, ambientes, colores, tonalidades, fragancias, sonidos, música, sabores, impresiones táctiles, etc.) y detalladas explicaciones de sensaciones interiores de los personajes. Pero, poco a poco, esta redacción lirica se va volviendo cada vez más excesiva e insistente, donde va ahogando la trama para centrarse en exclusiva en los sentimientos y sueños de Cleopatra. Como en un remolino, va girando en torno a ella demasiados asuntos, a veces repetitivos, siendo menos fluida la lectura. Cleopatra Séptima, es un carácter complejo, con algunas incoherencias, cuyos principales valores son sus sueños, su abnegación por Egipto, su ambición, su hijo y su pasión. Personalidad que al final me ha resultado un tanto irritante, como su odiado y amado Marco Antonio.
Terenci Moix ha homenajeado (eso pienso) con varios pasajes a la desorbitante (fundamentalmente en presupuesto, decorados, vestuario, metraje, problemas financieros y escándalos) película “Cleopatra”, dirigida por el excepcional Mankiewicz, que fue un gran fracaso económico.

Hay varios personajes secundarios que me han interesado más, y a pesar de la relativa poca extensión, Moix los ha dibujado perfectamente, siendo, para mí, especialmente atractivos. Éstos se debaten en luchas internas, dudas por su naturaleza y su papel social. Aquí el registro literario no tiene la “aglomeración” de ideas y adjetivos; del remolino verbal pasamos a un torrente de palabras más sencillas, ligeras y amenas de leer, sin carecer de profundidad psicológica.
Totmés, el sacerdote de Isis, deliberando entre la pureza del alma y el deseo carnal, con la tortura del pecado; la verdad y la hipocresía de la religión; la infancia perdida, su identidad y el destino elegido por otros.
Octavia (esposa de M. Antonio y hermana de Octavio) mujer de gran belleza y con un alto grado de respeto por las normas sociales, es un ejemplo de decencia, dignidad y comportamiento, pero tiene a la soledad y la amargura como compañeras. Contrapunto de Cleopatra, que en ambas mujeres hay una corriente, casi idéntica, de pensamientos contradictorios: admiración, la envidia y una cierta aversión; pero ante todo hay compresión rayando con el afecto.
Por supuesto tiene incidencia en la trama más protagonistas: Cesarión (hijo de Cleopatra y Julio César), Octavio, el futuro primer emperador romano, y la otra tormentosa historia de frenesí pasional, que es adyacente a la principal.

El argumento contiene un distinto elemento crucial (esencia importante e impersonal) y que el autor nos hace partícipe de su fascinación: Egipto. Terenci con su prosa retratista y colorista nos dibuja la fisonomía de varios paisajes: Alejandría, Tebas, el Nilo, Atenas, Antioquia, etc.; poniendo en contraste la voluptuosidad, suntuosidad y grandeza de Oriente con la parquedad de Occidente, que está encarnada en la adusta y poco atrayente Roma. Nos define a una Alejandría cosmopolita, que es una mezcla de razas, culturas (egipcia y griega), creencias, y con una amalgama de construcciones antiguas y modernas engalanadas con una exuberante decoración.

Primera novela que leo de este autor, y que por lo que recuerdo de él, entre frívolo y comprometido (homosexualidad declarada, apuesta por el castellano, y malas relaciones con el gobierno catalán), no tenía idea que iba a encontrarme. Ha sido un principio espectacular, que ha ido decayendo con el pasar de las páginas, y que al final me ha parecido una buena novela con unos párrafos excelentes llenos de poesía, y un argumento no tan brillante, subrayando que es en determinadas situaciones y personajes.

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Reina

Podría decirse que se trata de una novela de amor sobre un fondo histórico.
Aunque el desenlace ya se conozca de antemano, tiene una trama que engancha, además de ambientaciones bien descritas y personajes llenos de humanidad.


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