La democracia atrapada: una critica del decisionismo

Avanzar en la democratización de la democracia es el desafío de esta década, luego de veinte años de recuperación del Estado de derecho. La tarea supone luchar contra intereses contrarios a las libertades iguales para todos y avanzar hacia una mayor equidad, principios que dan contenido a la democracia. Pero también se requiere remover obstáculos conceptuales y desarmar trampas instaladas en nuestro propio pensamiento, el cual posibilita en buena medida la persistencia de las modalidades de dominación política establecidas, poco compatibles con los ideales democráticos. Por eso mismo, examinar en qué medida el paradigma de racionalidad dominante obstruye racionalidades alternativas es parte de la propuesta. El abordaje filosófico sistemático y crítico de la concepción decisionista del derecho y la política permite acceder a una de las claves para comprender las dificultades en el avance de la democracia. La reconstrucción genealógica del decisionismo jurídico y político a partir de sus antecedentes filosóficos posibilita echar luz sobre la estrategia política del "partido del orden", el cual no duda en recurrir a la emergencia o excepcionalidad (frecuentemente exagerada o provocada) para justificar la concentración del poder y gobernar con atribuciones inherentes a una dictadura y en orden a sus propios intereses, a través de tecnócratas seudo infalibles. Frente a la democracia atrapada por el decisionismo se opone la tradición democrática de la razón pública. Si el decisionismo recurre al fantasma del desorden para establecer una dominación política veladamente autoritaria, las concepciones de la razón pública posibilitan la fundamentación del orden político en la construcción de la ciudadanía y de instituciones confiables orientadas a garantizar y promover los derechos económicos, sociales y culturales.