Crítica de Riglesias › No confies en nadie

En una atmósfera sencilla pero inquietante, desarrollada muchas veces dentro de la mente de la propia protagonista, se desenvuelve esta novela diferente, de fácil y entretenida lectura. Es un trhiller un tanto atípico...
Una historia de intriga vivida por la protagonista en primera persona, cuya voz interior nos hace partícipes de su angustia, miedos e incertidumbres y nos convierte en espectadores privilegiados de su esfuerzo por construir y reconstruir un pasado pleno de nebulosas, zonas ciegas y sombras hurtadas al desconcierto.
Una voz que nos convierte en testigos únicos de una voluntad inquebrantable y cuyo objetivo -casi única obsesión- es descubrir y sacar a flote los entresijos de una vida en la que cada día arranca para ella como si fuera el primero, como si no hubiera habido nunca un antes, aunque la realidad se imponga y ese “antes” acabe aflorando entre realidades e imposturas.
A medida que avanza la novela, su debate interior se nos acaba pegando a la piel hasta llegar a percibirlo como propio, hasta sentirnos identificados con su incertidumbre y dolor.
Realmente te engancha y perturba por igual la situación que vive y su esfuerzo, denodado, detectivesco, para descubrir quién y cómo llegó a ser lo que ahora es. Nos cautiva su lucha para encajar las piezas oscuras del mosaico sin orden en que se ha convertido su vida. Interesante y muy recomendable entretenimiento.

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