Citas del libro Utopía
-
Este texto presenta una crítica de Moro hacia la sociedad de su época comparándola con otra que es ideal. El viaje que realiza Rafael Hitlodeo es fundamental en la primera parte del libro ya que hace referencia al descubrimiento de América, un lugar desconocido para muchos y su punto de partida. También se refleja lo económico, los vicios y el poder en la corte de Inglaterra como lo contrario a esa sabiduría y rectitud que rige en la isla de los utopianos. De manera que se puede decir que Moro no critica al rey de forma directa sino que lo hace por medio de analogías que vuelven implícita su postura.
Tomas Moro
Es una muy buena obra que reúne diferentes citas que permiten dar cuenta de la reivindicación de los clásicos propio de la época, entre las que podemos nombrar aquellas que hacen referencia a Platón, Cicerón, Ulises como personaje mítico principal de la Odisea junto con los monstruos que se presentan en la misma. La circularidad que presenta este libro también llamó mi atención porque es un elemento recurrente a medida que se avanza en sus páginas y algo que trasciende y se puede encontrar en otras obras más contemporáneas.
-
En consecuencia, quedan excluidos todos los abogados en Utopía, esos picapleitos de
Tomas Moro
profesión, que llevan con habilidad las causas e interpretan sutilmente las leyes. Piensan, en efecto, que cada uno debe llevar su causa al juez y que ha de exponerle lo que contaría a su abogado. De esta manera, habrá menos complicaciones y aparecerá la verdad más claramente, ya que el que la expone no ha aprendido de su abogado el arte de camuflarla.
-
Con todo, no cambio de opinión en el
Tomas Moro
asunto base: pienso que, si de verdad te decides a superar el horror que te causan
las cortes reales, tus consejos serían de gran utilidad para el pueblo. Nada cuadra
mejor con tu bondad y recto sentir. Tu buen amigo Platón decía que los reinos serían
felices si los reyes filosofaran y los filósofos reinaran.
-
Un robo no es un crimen merecedor de la pena capital. Ni hay castigo tan horrible que prive de robar a quien tiene que comer y vestirse y no halla otro medio de conseguir su sustento. No parece sino que en esto, tanto en Inglaterra como en otros países, imitáis a los malos pedagogos: prefieren azotar a educar. Se promulgan penas terribles y horrendos suplicios contra los ladrones, cuando en realidad lo que habría que hacer es arbitrar medios de vida. ¿No sería mejor que nadie se viera en la necesidad de robar para no tener que sufrir después por ello la pena capital?
Tomas Moro
-
En primer lugar, la mayoría de los príncipes piensan y se ocupan más de los asuntos militares, de los que nada sé ni quiero saber, que del buen gobierno de la paz. Lo que les importa es saber cómo adquirir —con buenas o malas artes— nuevos dominios, sin preocuparse para nada de gobernar bien los que ya tienen. Por otra parte, hay consejeros de príncipes tan doctos que no necesitan —o al menos creen no necesitar— los consejos de otra persona. Parásitos como son, aceptan a los que les dan la razón oles halagan para granjearse la voluntad de los favoritos del príncipe. Así lo ha dispuesto la naturaleza: Cada uno se pitra por sus propios descubrimientos. ¡Al cuervo le ríe su cría y a la mona le gusta su hija!
Tomas Moro
-
A quienes oponen resistencia les hacen la guerra, porque tienen por causa justísima de guerra el que un pueblo, que no usa él mismo un territorio sino que lo posee desierto y baldío, prohíba no obstante su uso y su posesión a otros que por prescripción de la naturaleza deben nutrirse de él.
Tomas Moro