Y quien no quiera morir de sed entre los hombres tiene que aprender a beber de todos los vasos; y quien quiera permanecer puro entre los hombres tiene que saber lavarse incluso con agua sucia.
Corazón ardiente y cabeza fría: cuando ambos coinciden surge el viento impetuoso, el redentor.
En unos envejece primero el corazón, y en otros, el espíritu. Algunos son viejos en su juventud; pero una juventud que tarda en llegar se mantiene joven por mucho tiempo.
¿Eres para tu amigo, aire puro, y soledad, pan y medicina? Mas de alguno es incapaz de liberarse a si mismo de sus propias cadenas, y sin embargo, llegan a ser un salvador para el amigo.
Si yo quisiera sacudir este árbol con mis manos, no podría hacerlo. Sin embargo, el viento, al que no podemos ver, lo maltrata y lo inclina hacia donde quiere. Las manos invisibles son las que peor nos doblegan y maltratan.
No hace mucho que se mantienen en pie, y ya pronto se desplomaran. bienaventurados los adormecidos pues no tardaran en quedarse dormidos.
Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí.
¡Ved los buenos y los justos! ¿A quién es al que más odian? Al que rompe sus tablas de valores, al quebrantador, al infractor: pero ese es el creador.