Carolina se enamora

Federico Moccia es un escrito que me gusta mucho y del que ya he leído algunas obras. Tenía muchas ganas de seguir con la obras que están a la venta porque siempre siento algo hermoso cuando tengo un libro suyo entre las manos. Este hombre hace que viva el amor de sus historias como si yo fuese la protagonista.

El libro sigue a Carolina Bolla, una chica italiana de trece años, más tarde, catorce, una chica que quiere vivir la vida, demasiado rápido para la edad que tiene. Como toda chica adolescente, Carolina quiere vivir la vida con sus amigos, tiene peleas con su hermana mayor, adora a su hermano, pero tiene una relación distante con su padre y un poco más cercana con su madre. Hay cosas que no se le puede contar a la familia y eso es lo que le pasa a Carolina, ella le cuenta de todo a Alis y Clod, sus mejores amigas. Durante el libro podemos ver la vida de Carolina desde el mes de septiembre cuando vuelve a estudiar hasta julio del año siguiente, también tenemos la ocasión de conocer a algunos miembros de su familia entre algunos capítulos, pero Carolina nos cuenta esos meses de su vida, pero también nos cuenta algunas cosas del presente que ella está viviendo.

Hubo un pequeño fragmento que me hizo gracia porque Federico se nombra a sí mismo, Carolina habla con un dependiente que le recomienda a Moccia y hace un pequeño nombramiento a otro de sus libros, exactamente el de A tres metros sobre el cielo. Hay momentos en que tuve ganas de pegar a Carolina por estar en plena edad del pavo, pero después de pensar como era yo a su edad... la entendía completamente. Aunque no siempre, porque hay cosas que estas chicas hicieron y yo no lo hacía. Me gustaron los pequeños guiños que hubo en toda la novela sobre aquella época donde se ambienta la novela, porque fue el mismo tiempo en el que yo también era adolescente y muchas de esas cosas, yo las viví también y las utilicé.

A veces, Carolina me llegó a desesperar porque no hacía más que ocultar todo lo que hacía o querer hacer cosas que no iban con su edad, sus amigos y ella quieren vivir la vida demasiado rápido y creo que son demasiado jóvenes, pero en otros momentos la comprendía porque cuando llegamos a la adolescencia, todos nos creemos mayores y queremos hacer más cosas de las que podemos. Carolina quiere vivir a una velocidad demasiado rápida aunque ella misma, se deja llevar por los demás. Sus mejores amigas, Alis y Clod, tan distintas entre ellas que se complementan. Alis es una chica rica, pija y a veces, con una lengua algo viperina y demasiado orgullo, pero en el fondo es una buena chica... es como la vida le ha enseñado a ser. Clod es la típica chica gordita y con poca autoestima, normalmente es el blanco de las frases hirientes o las bromas de Alis, pero aún así, las tres son mejores amigas y saben que eso no las puede separar... o eso es lo que ellas creen.

Hubo momentos del libro que no veía avance en la historia, pero después todo me encajaba y había otros momentos donde no podía dejar de leer. En algunos sucesos de la vida de Carolina, la entendí muy bien porque yo he pasado por lo mismo y sé lo que se siente y aunque a las dos nos pasaron a edades diferentes, el sentir es igual. No me esperaba el final, pero una vez más Federico Moccia me ha hecho temblar con su libro. Creo que es una buena lectura que en ocasiones te evoca a una época pasada y que te hace pensar en lo que hace nuestra Carolina.

Sin duda la novela que menos me gustó de este autor, de hecho después de esta novela no he vuelto a leer ninguna de él.Me la compré porque me había leído todo los anteriores, pero creo que ni para entretenerme, explotó tanto la idea que le llevó al éxito en su primera novela, que cansó hasta el extremo.No he vuelto a leer nada suyo pero tampoco me pica mucho la curiosidad.