Crítica de FAUSTO › Las memorias de sherlock holmes
Segunda serie de relatos sobre Sherlock, con la cual el autor consiguió, ante sus reiteradas negativas de seguir redactando más escritos del detective, una cifra exorbitante: 1000 libras esterlinas; convirtiéndose en el escritor mejor pagado de la Inglaterra de finales de siglo XIX.
“Memorias de Sherlock Holmes” es una colección de 11 historias cortas que poseen casi la misma estructura narrativa que las novelas: presentación con el “juego” de la observación y la deducción de un objeto cotidiano, exposición del caso, desarrollo de la investigación y explicación esclarecedora. Lo que otorga fascinación a estos escritos son las dosis de intriga que emanan de los misterios que, tras unos hechos inciertos o inexplicables y unas pistas desconcertantes y confusas, logran atrapar la atención y el interés del lector (el puro placer de descifrar el enigma), mientras se sigue con avidez las acciones y razonamientos del perspicaz protagonista.
En la última trama, “El problema final”, surge un personaje significativo (más importante y fundamental en la pantalla grande y pequeña) en la historia homesiana, su archienemigo el profesor Moriarty. Como adversario tiene un carácter a la altura de su antagonista: extrema inteligencia (un cerebro puesto al servicio del delito, "el Napoleón del crimen"), intrépido, astuto y peligroso. No es casual su apariencia “reptiliana”. Un choque entre dos fuerzas de la naturaleza, el bien y el mal, que tiene como culminación un escenario sublime: las cataratas de Reichenbach.
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