He comprendido que todo puede cambiar de repente, que todo tiene fecha de caducidad, así que debo aprovechar lo que tengo mientras dure.
Tú lo llamas casualidad, yo lo llamo destino. De alguna manera, tú y yo estábamos destinados a encontrarnos.
El amor es muy complicado. Limítate a hacer lo correcto y piensa con el corazón. Y si esa persona está enamorada de otra, piensa también con la cabeza.
El pasado nunca regresa y, si te equivocas, no puedes volver atrás.
A cada instante de la vida se llega por diferentes caminos.