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El castillo
Célebre relato que contiene los signos fundamentales de la obra del genio de Praga.
«El castillo» relata la historia de un agrimensor que acude a la llamada de un pueblo adscrito a un castillo para que realice trabajos profesionales y que para ello abandona su patria, su trabajo y su familia. Pero cuando llega allí le hacen saber que no hace ninguna falta, se siente marginado de la comunidad desde el primer momento y comienza su lucha a ciegas por conseguir una entrevista con la administración, que habita en el castillo. Pero su lucha fracasará, puesto que a su alrededor se cierran todas las puertas.
Publicada póstumamente en 1926, se trata de una obra inconclusa que Kafka había empezado a escribir en enero de 1922
«El castillo» relata la historia de un agrimensor que acude a la llamada de un pueblo adscrito a un castillo para que realice trabajos profesionales y que para ello abandona su patria, su trabajo y su familia. Pero cuando llega allí le hacen saber que no hace ninguna falta, se siente marginado de la comunidad desde el primer momento y comienza su lucha a ciegas por conseguir una entrevista con la administración, que habita en el castillo. Pero su lucha fracasará, puesto que a su alrededor se cierran todas las puertas.
Publicada póstumamente en 1926, se trata de una obra inconclusa que Kafka había empezado a escribir en enero de 1922
- ISBN 9788497593267
- Nº PÁGS 368
- AÑO 2012
- EDITORIAL DEBOLSILLO
Novela a ratos surrealista, constituye una denuncia del exceso de burocracia, que lleva a las personas a volverse autómatas y perder su libertad, y también el abuso de esas personas que se vuelven tan poderosas sobre los mas débiles. En ella, el protagonista, conocido únicamente como K., fracasa continuamente en sus esfuerzos por alcanzar su objetivo, ponerse en contacto con las altas esferas del pueblo (EL CASTILLO), retornando al punto de partida después de innumerables intentos.
Aunque en ocasiones resulta un poco lenta y pesada, consigue transmitir a la perfección la angustia que siente el protagonista, tanto que casi llega a experimentarse como propia.
Es una lástima que la obra esté inconclusa y no se llegue a conocer el desenlace, lo que deja cierta sensación de frustración.