Crítica de Aina › Joyland

• Lo mejor El renombre del escritor
• Lo peor El lector sabe de antemano lo que pasará.

Joyland, a pesar de tener una buena portada y el renombre del gran escritor, huele a "un libro más para ganar un poco más".

La narración de un joven algo desgraciado por las circunstancias de la vida no hacen un buen comienzo de este libro, y se le añade las descripciones infinitas sobre un parque de atracciones algo viejo y tétrico que, si bien es pasable, el libro acaba de destrozarse al seguir con las descripciones de lo que hace el protagonista cada día durante todo un verano trabajando en el parque. Limpiar, ponerse un disfraz o vender perritos calientes no calienta los corazones de los lectores, y aunque pensara que era suficiente algunas gotas de misterio para seguir adelante, no, no es suficiente. Sobretodo cuando esas gotas de misterio son tan escasas y escuetas que el final se convierte en una inundación de revelaciones donde los acontecimientos llegan pisándose unos a otros y los personajes "casi" ahogados por la marea.