Premonicion en el parterre de stravinsky

Elena Sáinz nos da las claves poéticas de este libro en su mismo título: PREMONICIÓN EN EL PARTERRE DE STRAVINSKY. Porque con la premonición busca el valora de la verdad irrevelada frente a lo tangible; y lo hace en un parterre, jardín con flores y anchos paseos, es decir, inmersa en la perfección. Perfección de la palabra poética, búsqueda de un lenguaje depurado. La palabra como elemento de contemplación, además de de su intención transmisora; y Stravinsky que, simbólicamente aquí, con sus poemas sinfónicos nos acerca al ritmo que encontramos fundido en todo paisaje poético con una fuerza melódica deslumbrante. Y como fondo, el amor, que todo lo redime, sobreviviendo a la vida y a la muerte como sentimiento total. Este nuevo título viene a sumarse a la ya amplia obra poética de Elena Sáinz, caracterizada por un acendrado romanticismo de visión actual y de indiscutible personalidad. _ X (Primera premonición) Cuando un ángel, premuramente suave, disuelve con la brisa de su palma, con dicha la tortura de mis males, soñada por su dios, se duerme el alma, y un rumor de sonidos celestiales (¡qué cerca y qué cercana está la gloria!), sibaríticamente suena en valses, liberada del yugo y de la historia, y en la nueva mansión de sus antojos floreciente el dolor fausto marchita... Ya el alma que despierta abre los ojos y en su nueva mansión, feliz medita: ¡premonición de Dios, qué inmensa luz!, resumida en la llama que tirita.