Obra completa

"...podría muy bien llamarse hombre: precisamente porque sabe diestramente realizar cualquier ejercicio varonil, incluso en las Letras, que siempre podrán disculparla de cualquier mala nota que dichos Maldicientes se hayan esforzado en adjudicarle, como hacen con todas, sin excepción, con mil otras burlas tan agrias, con lo que evitan, muchas veces, y a falta de mejor tema de conversación, dormirse en la mesa." FR. DE BILLON, El inexpugnable bastión del sexo femenino, 1555