Crítica de Glez › El juego de las tres cartas
Simpática novela negra. He leído que la historia es tan sencilla que resulta insulsa. Bueno, yo también creo que el encanto de esta obra no reside en la la trama, sino en el camarero-detective y los cuatro jubilados cotillas que se reúnen a diario en el BarLume y que, entre investigaciones serias y chismorreos, ya se enfrentaron a un caso de asesinato en una novela anterior, "La brisca del cinco".
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